martes, 7 de octubre de 2025

EL CAMINO A LA RECONCILIACION (SERIE CARTA A LOS GALATAS #2)

JUAN 14: 6-7

6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.

 

EL CAMINO A LA RECONCILIACION

 

INTRODUCCION.

1. LA RECONCILIACION ES UNA NECESIDAD

2. LA RECONCILIACION ES EL CORAZON DEL EVANGELIO

3. DIOS FUE EL QUE DIO EL PRIMER PASO PARA NUESTRA RECONCILIACION

4. EL RESULTADO DE LA RECONCILIACION ES LA PAZ

 

1) LA RECONCILIACION COMIENZA CON LA VERDAD DEL EVANGELIO

GALATAS 2: 5 a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros.

 

2) LA RECONCILIACIÓN REQUIERE DE HUMILDAD Y SERVICIO

GALATAS 2: 9-10

9 y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.

10 Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer.

 

3) PARA QUE ALLA RECONCILIACIÓN HAY QUE CONFRONTA LO QUE ESTÁ MAL

GALATAS 2: 13–14

13 Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos.

14 Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?

 

4)  LA RECONCILIACIÓN SE FUNDAMENTA EN LA GRACIA, NO EN LAS OBRAS

GALATAS 2: 16 sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.

 

5) LA RECONCILIACIÓN PRODUCE UNA NUEVA VIDA EN CRISTO

GALATAS 2: 20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

 

 


No hay comentarios: