UNA COSA TENGO QUE DECIRTE
LUCAS
7:36-43
36 Uno de los fariseos rogó a Jesús
que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa.
37 Entonces una mujer de la ciudad,
que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo,
trajo un frasco de alabastro con perfume;
38 y estando detrás de él a sus pies,
llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus
cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.
39 Cuando vio esto el fariseo que le
había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué
clase de mujer es la que le toca, que es pecadora.
40 Entonces respondiendo Jesús, le
dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro.
41 Un acreedor tenía dos deudores: el
uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta;
42 y no teniendo ellos con qué pagar,
perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más?
43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso
que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado.
INTRODUCCIÓN:
1. En primer lugar María de
Betania no era conocida como una mujer pecadora en la ciudad.
2. Segundo, cuando Jesús fue ungido
por María, estaba ya muy cerca su muerte, y este acontecimiento en Lucas es
mucho más anterior en el ministerio de Jesús.
3. La casa en la que María ungió
al Señor era de un tal Simón el leproso, quiere decir que fue leproso y ya no
lo era, seguro que Cristo lo sanó.
4. Quiero que nos veamos todos
reflejados en esta mujer pecadora, ¿o acaso no lo somos? Todos, de una u otra
manera somos pecadores delante de Dios,
1) LA
ACTITUD DE LA MUJER PECADORA
LUCAS
7:38-39
37 Entonces
una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa
en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;
38 y
estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus
pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el
perfume.
2) LA
ACTITUD DE SIMÓN
LUCAS 7:39
39 Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este,
si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que
es pecadora.
3) LA
ACTITUD DE JESÚS
LUCAS 7:
40-43
40 Entonces
respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo:
Di, Maestro.
41 Un
acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro
cincuenta;
42 y no
teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le
amará más?
43 Respondiendo
Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has
juzgado.
4) EL
CONTRASTE DE SIMÓN Y DE LA MUJER PECADORA
LUCAS
7:44-47
44 Y
vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me
diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha
enjugado con sus cabellos.
45 No
me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies.
46 No
ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies.
47 Por
lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas
aquel a quien se le perdona poco, poco ama.
CONCLUSIÓN:
EN QUIEN DE ESTAS DOS PERSONAS NOS VEMOS REFELJADOS 1) EN SIMÓN EL
RELIGIOSO Y BUENA PERSONA QUE CUMPLES Y AYUDAS A LOS NECESITADOS, PERO NO HEMOS
ENTENDIDO QUE LO QUE DIOS QUIERE ES QUE NOS ARREPINTAMOS Y NOS HUMILLEMOS. 2)
EN LA MUJER PECADORA PERO AGRADECIDA CON LA GRACIA Y LA BONDAD DE DIOS.
TODOS LOS QUE HOY ESTAMOS AQUÍ ESTAMOS EN LA MISMA CONDICIÓN DE ESTA
MUJER PECADORA TENEMOS LA NECESIDAD DE SER PERDONADOS
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