jueves, 17 de octubre de 2019

UNA COSA TENGO QUE DECIRTE



UNA COSA TENGO QUE DECIRTE

LUCAS 7:36-43
36 Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa.
37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;
38 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.
39 Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora.
40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro.
41 Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta;
42 y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más?
43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado.

INTRODUCCIÓN:
1. En primer lugar María de Betania no era conocida como una mujer pecadora en la ciudad.
2. Segundo, cuando Jesús fue ungido por María, estaba ya muy cerca su muerte, y este acontecimiento en Lucas es mucho más anterior en el ministerio de Jesús.
3. La casa en la que María ungió al Señor era de un tal Simón el leproso, quiere decir que fue leproso y ya no lo era, seguro que Cristo lo sanó.
4. Quiero que nos veamos todos reflejados en esta mujer pecadora, ¿o acaso no lo somos? Todos, de una u otra manera somos pecadores delante de Dios,


1) LA ACTITUD DE LA MUJER PECADORA
LUCAS 7:38-39
37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;
38 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.

2) LA ACTITUD DE SIMÓN
LUCAS 7:39 39 Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora.

3) LA ACTITUD DE JESÚS
LUCAS 7: 40-43
40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro.
41 Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta;
42 y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más?
43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado.

4) EL CONTRASTE DE SIMÓN Y DE LA MUJER PECADORA
LUCAS 7:44-47
44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos.
45 No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies.
46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies.
47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama.

CONCLUSIÓN:
EN QUIEN DE ESTAS DOS PERSONAS NOS VEMOS REFELJADOS 1) EN SIMÓN EL RELIGIOSO Y BUENA PERSONA QUE CUMPLES Y AYUDAS A LOS NECESITADOS, PERO NO HEMOS ENTENDIDO QUE LO QUE DIOS QUIERE ES QUE NOS ARREPINTAMOS Y NOS HUMILLEMOS. 2) EN LA MUJER PECADORA PERO AGRADECIDA CON LA GRACIA Y LA BONDAD DE DIOS.
TODOS LOS QUE HOY ESTAMOS AQUÍ ESTAMOS EN LA MISMA CONDICIÓN DE ESTA MUJER PECADORA TENEMOS LA NECESIDAD DE SER PERDONADOS



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