LAS GARANTÍAS DE DIOS
ISAIAS 58:11“Jehová te pastoreará siempre, y en la sequía saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan”
INTRODUCCIÓN
Muchas veces a
nosotros los cristianos nos toca caminar en medio de desiertos, y cuando esto
ocurre ya no queremos orar, no queremos leer la Biblia ni mucho menos
congregarnos.
Luego aparece el desánimo y
la incertidumbre. Nos da la impresión de que Dios no está con nosotros o que nos
ha desamparado.
1. “JEHOVA TE PASTOREARA
SIEMPRE” (v 11a)
A. Aunque en
nuestra desesperación creamos que Dios se olvido de nosotros, su bendita
Palabra no dice
que: “Jehová nos pastoreará siempre”.
B. Su
Palabra nos habla de un amor eterno, que Él nunca nos dejara ni nos
desamparara, aunque estemos en medio de un desierto.
Oseas 2: 14 nos
dice: Que él nos lleva al desierto para hablarnos a nuestro corazón.
C. Más allá de
nuestras quejas, Él permanece a nuestro lado.
D. Las promesas
de Dios se cumplen. Él siempre estará al lado nuestro. Dt.7:9 “Conoce,
pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la
misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos,
hasta mil generaciones”
2. “EN LAS SEQUÍAS SACIARAS TU ALAMA” (v 11b)
A. Cuando
estamos en medio del desierto pueden ocurrir 2 cosas.
1 Caer y ser
alimento para las aves de rapiña.
2 o ser
saciados por el agua viva.
B. La decisión
de sucumbir ante el enemigo o clamar por la ayuda del Señor es nuestra.
C. Dios no
necesita que nadie le cuente lo que nos pasa, porque sus ojos y sus oídos están
siempre atentos a nuestro clamor. (Aunque es bueno que clamemos a Él)
D. No importa
hasta donde hayamos penetrado en las secas arenas del desierto, lo que sí
cuenta es si confiamos en que Él nos oirá cuando
clamemos.
Isaías 41:17-18 “17 Los afligidos y menesterosos buscan las
aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios
de Israel no los desampararé. 18 En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio
de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas
en la tierra seca.”
3. “DARÁ VIGOR
A TUS HUESOS” (v 11c)
A. Toda prueba
en el desierto deja marcas, fatiga, cansancio.
B. Todo esto
nos debilita. Nos asusta el solo pensar que podemos volver a
pasar por lo mismo… pero su Palabra dice que “Dios dará vigor a nuestros
huesos”, y ese vigor es la fuerza, la energía, el ánimo para seguir
adelante.
C. Dios lo hizo
con Elías ante su estado depresivo cuando ya no quería seguir más, cuando
sucumbía ante la equivocada idea de que él era el único profeta que había
quedado vivo, sin saber que había 7000 profetas que no habían doblado sus
rodillas ante Baal.
D. El Señor quiere darte
ese vigor, esa fuerza para que sigas adelante, porque hay mucho por hacer y
Dios te tiene en sus planes contigo.
4. “Y SERAS
COMO HUERTO DE RIEGO, Y COMO MANANTIAL DE AGUAS, CUYAS AGUAS NUNCA FALTAN”
(v.11d)
A. Que precioso
¡Cuanto gozo producen las promesas de Dios a sus hijos!
B. ¡Cómo cambia
el panorama! Lo que antes parecía el fin, la muerte espiritual, se transforma
en abundancia de vida.
C. Es que Dios
nos permite llegar a tocar fondo por nuestras malas
decisiones.
D. Pero después
de experimentar el ardor, la sed y la agonía del desierto, Dios interviene y
cambia el panorama. Ahora hace de nosotros:
1. Huertos de
riego
a. Fecundo
b. Para
alimentarnos y alimentar a otros
c. Para
producir frutos y semillas abundantes
2. Manantial de
aguas que nunca faltan
a. En el
desierto hay sequedad, pero en este “huerto” hay aguas abundantes
b. Esas aguas
son abundantes y nunca faltan.
CONCLUSIÓN
No hay desierto que nos venza, porque Jehová nos pastoreará
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